Devolviendo vida a los suelos maniceros de Nicaragua

Durante más de 20 años la agricultura industrial en la zona de occidente del país se ha enfocado en la producción de un monocultivo: ¡El Maní! Este cultivo representa para el país uno de los principales cinco rubros de exportación, por tal razón su producción es sumamente indispensable en nuestra economía.

El maní requiere de condiciones de suelo muy particulares a diferencia de otros cultivos, necesita suelos livianos con textura arenosa a  franco-arenosa para poder ser cultivado y por esta razón los suelos de León y Chinandega son los más adecuados texturalmente hablando para su desarrollo. Durante muchos años el cultivo se ha trabajado sin el aporte de nutrición mineral a los suelos y extrayendo también todos los residuos de materia orgánica que dejan los tallos y hojas en campo. Sumado a esto, el cultivo se realiza con una alta carga de fungicidas sistémicos y protectantes, ya que cada año la presión de enfermedades basales y foliares aumenta; así mismo se utilizan diversos insecticidas y herbicidas para controlar las diferentes plagas y malezas que se presentan a lo largo del cultivo .La intensidad de manejo de este monocultivo con todas esas prácticas ha ocasionado que año con año el degaste de los suelos sea cada vez mayor; hoy podemos encontrarnos suelos con niveles de materia orgánica por debajo de 1 %, y con niveles muy por debajo del límite de suficiencia  de macro y microelementos ( ver gráficos)

Relación entre materia orgánica, microrganismos y uso de plaguicidas

 Existen varios estudios acerca de la relación entre el uso de diversos productos para protección de cultivo y su impacto en la microbiota de suelo, que nos indican en su mayoría como el uso constante de estos productos hace mermar significativamente las poblaciones de microorganismos en los suelos. La materia orgánica juega también un papel esencial en el balance microbiológico de los suelos ya que esta es fuente de alimento para estos organismos; por lo tanto en los suelos actuales de la región manicera de Nicaragua podemos decir que tenemos “suelos muertos” ya que sus niveles de materia orgánica son extremadamente bajos y el uso de plaguicidas es alto. Es común escuchar de boca de los productores expresiones como: <El maní ya no nódula tanto como antes> este cultivo al ser una leguminosa tiene la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico, sin embargo esto dependen de la correcta nodulación que está dada por la infección a la raíz de una bacteria del género rhizobium y bradyrhizobium estas bacterias a su vez están ligadas al contenido de MO en suelo y a otros elementos necesarios para su inoculación, así como también están asociadas a otros tipo de microorganismos del suelo, y como hemos hablado anteriormente los suelos maniceros se encuentran en bajo un desgaste excesivo por lo cual no es de menos esperar encontrar bajas poblaciones de estas bacterias y por ende menor nodulacion que se traduce en menores rendimientos.

Xtender Row y Nitrocode RB

Son los nombres comerciales de los productos que ofrecemos para lidiar con todas las problemáticas mencionadas anteriormente que aquejan a los productores de maní. 

Xtender es un producto bioestimulante de suelo (prebiótico) el cual crea las condiciones necesarias para que los microorganismos de suelo se empiezan a desarrollar y multiplicar. 

Nitrocode RB es un inoculante compuesto a base de bacterias del género bradyrizobium (probiotico) que nos ayuda generar mayor nodulación en las plantas al momento de que esta es inoculada. 

El uso de ambos productos tiene como objetivo principal mejorar los rendimientos del cultivo a través de mejorar los equilibrios simbióticos entre la raíz y el suelo. Y además de estos beneficios contribuir a tener suelos supresivos los cuales por un efecto de quimiotaxis evitan que los patógenos tengan las condiciones ideales para reproducirse, lo cual conlleva a tener suelos más sanos y menor presión de enfermedades basales en el cultivo, acciones que impactan directamente en el rendimiento y calidad del maní.  Los suelos donde se utilizan este tipo de tecnologias tienen mejor capacidad para liberar nutrientes, en los casos de suelos maniceros de Nicaragua sabemos que carecemos de muchos elementos por tanto con este tipo de tecnologias podemos aprovechar lo poco que tenemos presente.